El día del señor es un día para leer el 100% de los suplementos dominicales de los periódicos (¡ay, El Pequeño País, qué grande eras!), tomar un desayuno 100% español (churros, porras, croasanes a la plancha) y leer breves 100% desde Dublín!
Lo primero es un poco de auto-bombo. Hace poco ha habido un SPIKE (como el rubio oxigenado de Buffy) en visitas de este post de 10 cosas rarísimas de Dublín. Lo leo ahora y veo que sí, que son correctas, ¡pero hay tantísimas más! A ver, dejo aquí anotadas ideas para secuelasde posts: al de los trabajos en Dublín hay que sumar el de las cosas raras de la ciudad. Anotado. A ver si hoy de estrangis en el trabajo me da tiempo a algo.
No es la plaza del pueblo en fiestas pero hay esto en las casas, ¿?
Respecto a mi trabajo: esperaba como agua de mayo cumplir mis 4 años en la empresa para que dieran un pequeño bonus (not that small) como «premio por aguantar estas cosas que te hacemos hacer todos los días» y… creo que el bonus se ha adelantado, ¿o es que me han pagado un extra de Navidad indocumentado? Mirad, nunca he sido bueno para los números. Tendré que esperar a finales de febrero. (Que será cuando compruebe que mi sueldo vuelve a ser el que era y que el repunte del sueldo anterior sí era el bonus de los 4 años… I am reading the future, I am a pre-cog). Por cierto, una pena que la serie de Minority Report no saliera para delante, ¿no? Creo que la cancelaron tras el piloto o a los dos episodios. ¿Qué pasa, que eso no lo vieron venir los pre-cogs? ¡Ja! Chistaco.
To serve and predict. Me encanta.
Hablando de tele. Si en vuestros Netflixes de vuestros países queréis probar con alguna cosa Irish curiosa, buscad esto: The Notorious (sobre el famoso Connor McGregor) o Love/Hate (sobre los knackers y las mafias dublinesas).
Uno intenta comer sano, pero es muy complicado. La cantidad de gente de todo el mundo que trabaja en mi empresa y que vuelve de sus vacaciones con «bombones/dulces/galletas típic@s de mí país» pone francamente difícil la reducción de ingesta de azúcar.
El viento, ¡EL VIENTO!. Esto ya lo habré dicho en 220 posts, pero merece la pena insistir: la mayor tara de esta ciudad, el mayor problema que un español (y un ser humano -los dos factores pueden darse al mismo tiempo-) puede afrontar en Dublín es EL VIENTO HURACANADO que azota tu cara y azota tu culo. Estos días que he salido a correr (alrededor de la cárcel en la que acabaré dentro) se me ha CONGELADO LA CARA con ese soplido mortal que me tiene absolutamente sometido. Odio el viento de Dublín, LO ODIO. Es casi imposible salir a pasear sin que haya una fuerza natural conspirando contra ti. Así es muy díficil.
Jim Carrey, sin maquillaje ni nada, cuando le dijeron a qué velocidad va el viento en Dublín
Hala, hoy recojo ya que tengo poco tiempo. Venga, el domingo que viene cuento más cosas. I’ll see you when I see you!
Live from Dublin, la ciudad que nunca duerme (sin haber consumido antes al menos 3 pintas de Guinness o de Smithwicks), ¡Breves desde la ciudad ya mencionada! Hoy son breves de verdad, so here we go:
Lo primero es anunciar un próximo post, una extensión y/o secuela del post sobre los trabajos que publiqué esta semana. Me han quedado algunas cosillas en el tintero, como las entrevistas, procesos de selección, webs para buscar empleo, currículums, contactos, el valor real de LinkedIn, dónde están las empresas, sueldos… en fin, un buen paquetito de temas que merecen otro post. Así que secuela en breve. De momento, os podéis ir empollando el post de origins por si venís a esta ciudad de eternos cielos grises.
Lo segundo es volver a lamentarme de que TODO EL MUNDO SE ENTERA DE TODO en cuestión de segundos… de los Light House Cinemas ya me perdí su Q+A con los actores y director de Stan & Ollie y esta semana resulta que tienen montada (ya llevará tiempo) una exposición con el vestuario que usaron en The Favorite, que es la primera peli que he visto este año. A ver si me paso antes de que la quiten. Os recomiendo la peli.
La iluminación de navidad sigue puesta al menos en las calles del centro como Henry Street. Estamos a 20 de enero. Yo creo que ya no la quitan hasta San Valentín. Por cierto, que acaban de subir a Netflix (al menos el irlandés) la pinícula Un San Valentín de muerte, que puede ser despreciable, sí, pero yo la recuerdo por un motivo muy concreto. Os recomiendo verla en San Valentín y, si invitáis a salir a un asesino en serie, mejor que mejor. La experiencia será total y DEFINITIVA.
Lo mejor de que «siga la Navidad» es que los de Zambrero (nuestro restaurante mexicano de confianza… del que solo consumimos café) mantienen su Gingerbread Latte. Suena a «café solo de navidades» pero está alargando su estancia entre nosotros. ¡Aguanta, Gingerbread Latte, aguanta por nosotros!
Este debe saber a rayos
En otro orden de cosas… estoy buscando trabajo. Intensamente. Activamente. De meterme a buscar en varias webs cada día y no solo echarle un vistazo por encima a lo que me mandan por mail. Conté en una de mis tinyletters (suscríbete aquí para leer entregas semanales de la nube negra que hay sobre mi cabeza) una sensación muy concreta que tenía sobre mi trabajo y… bueno, aunque la mantengo, debo confesar que uno sueña con un día a día mejor, más feliz, más placentero, donde sus neuronas se agiten un poco más. Deseadme suerte.
Se nos rompió la «tapa» ¿la placa de fuera? del horno y llevamos ya unas semanas reclamando al casero que ejerza de casero. No sé vuestros caseros pero el nuestro es un poco… forastero con respecto a su propia casa. Con sus inquilinos lo entiendo. Pero, ¿con tus electrodomésticos? TO BE CONTINUED…
Un domingo más, una ración más de breves desde Dublín informando de todas esas cosas de las que no informo más a menudo por el simple hecho de que prefiero emplear mi tiempo leyendo viendo el nuevo programa de Conan O’Brien (ADORO A ESTE TÍO -y adoro que una sección se convierta en show propio-), maldiciendo la desastrosa temporada del Madrid e intentando comprender la cadena de errores que me han traído al lugar donde me encuentro en mi vida… pero aparquemos mi torturada psique durante este post, ¡aquí hemos venido a leer ligerezas, maldita sea!
Ligerezas, the main theme of this blog
Lo primero que os digo es que el café que me compré para aguantar mejor el tirón nocturno no me ha hecho mucho efecto. Esta semana que apura sus ultimas horas (que creías, ¿que no tenía poesía en mis venas?) he vuelto a trabajar de noche, algo que no hacía desde el pleistoceno. En serio, la última vez que hice noche me asomé por la ventana y había pterodáctilos volando. ¿En el pleistoceno había dinosaurios? No pienso investigarlo (“investigar” = escribir una frase en Google y darle a buscar). Por cierto, se me ha ocurrido que una palabra graciosa podría ser pterodátiles, no me preguntéis que significa. PTERODÁTILES ES LO QUE TÚ QUIERAS QUE SEA. Volviendo al tema que nos ocupa, mirad esta foto de debajo:
En la etiqueta de este café pone que es “fragrant and spicy” y no te digo yo que no, pero el café en sí es un poco regulero. Me lo compré únicamente porque tiene saber a ginger bread, o sea, al pan o galletas de genjibre esas tan ricas… y tiene cierto aroma, sí, pero no es the real deal. Aunque claro, no se le pueden pedir peras al olmo (olmo = café soluble de tres euros).
Y es que últimamente le estoy pegando mucho al Ginger Bread Latte que tienen en Zambrero. Os cuento: Zambrero es un sitio de comida mexicana (abundan los locales mexicanos en la ciudad) que está al ladito del Cineworld. Cuando vamos al cine, muchas veces nos apetece entrar en la sala con nuestro cafetito (remember = WE ARE OLD) y aquí los preparan sorprendentemente bien (¿¿un sitio de comida mexicana preparando lattes de nivelazo?? Who knew?!) y, lo más importante de todo, solo valen 2 euros. Obviamente, para que su Ginger Bread Latte sepa tan bueno, le echan un siropazo que flipas con su azúcar… Si queremos palomitas cuando vamos al cine, que también nos apetece muchas veces porque somos viejos pero no estúpidos, nos las compramos en el Tesco de Parnell Street de la marca Manhattan. Son unas palomitas envasadas que saben sorprendentemente parecidas a unas palomitas recién hechas. Y valen mucho menos que en el cine, por supuesto. No sabría deciros si saben mejor o peor que las del Belros (uno de esos sitios que tanto echo de menos de España para este tipo de guarradas pre-cine), pero os digo que saben mucho mejor que cualquier otra marca de palomitas envasadas que hayamos probado.
Respecto a mi reciente night shift en el trabajo os puedo decir que también he tirado de dos bebidas energéticas que se venden en los supermercados de aquí como Red Thunder (¿qué da mas energía, un toro o un trueno? Ojo a este debate) y Kong King o Kong Power (u otra variación del nombre King Kong para no pagar derechos o yoquesé). Ademas, mango deshidratado (sí, suena raro pero sabe rico) y nueces. Es que si tiro de Mars, Twix y Snickers toda la semana es posible que me diera un ataquito el último día.
Y que no se me olvide del Zambrero: creo que el restaurante está metido en problemas. De pasta. De que no va la gente. Al menos, el de Parnell Street (creo que tienen otro más cerca de las oficinas de Yelp). Esto lo digo por dos cabos que he atado gracias a mis dotes de deducción. El primer cabo es que he observado recientes campañas del restaurante para llamar la atención, como poner a dependientes repartiendo flyers a la entrada o poner globitos y arcos en la puerta en plan “EH, AMIGO, ESTAMOS AQUÍ!”. El segundo cabo es que cada vez que entro en el restaurante, está vacío o pseudo-vacío. Voy al cine muchas veces y a horas muy diversas, con lo que no creo que el sitio vaya muy bien de pasta. Nunca hemos probado ni una sola de sus cosas mexicanas, pero ¿cómo de malo puede estar un burrito/taco/enchilada de este tipo de locales? Tampoco sé muy bien cuál debe ser el problema para que no haga pasta: está al lado del cine más grande la ciudad y emparedado entre una hamburgesería (Wow Burger) y un pub super conocido, super australiano y super recomendable para ver partidos (el Whoolshed). Si una noche vas a por una Burger y está lleno, ¿no te meterías en el sitio mexicano? Hombre, sí observo que el sitio está un poco desangelado, el diseño del local es raro, no hay suficientes mesas para sentarse y esos “dos niveles” son un poco extraños; tampoco transmite ningún espíritu mexicano o festivo, creo que es demasiado frío y clínico y sin personalidad. Que llamen a Chicote.
Una puerta riéndose de mi suerte corriendo por la ciudad
Otro tema: el otro dia me caí corriendo. Afortunadamente, desde que nos mudamos de piso (y ojo que aun no hemos hecho en el blog el publirreportaje del ¡HOLA! que se merece este piso) ya no persiguen las malditas gaviotas cuando salgo a correr, ahora lo único que me persigue es la edad. Toma ya el palito. Y es que pisé mal subiendo un escalón, resbalé y caí como un saco de patatas haciéndome pupita en la rodilla, el codo y un poco en el hombro. Pero he visto Creed I y Creed II y no voy a dejar de correr. Pienso convertirme en un atlético hombre negro y nadie podrá detenerme. ¡Nadie!
Never surrender
¿Os acordáis de aquella cosa a la que quería ir con los actores de Stan & Ollie? Bueno, pues las entradas se habían agotado porque la gente se entera de todo y se entera de todo en cuestión de minutos. En fin, supongo que acabare viendo la película gracias a nuestra tarjetita mágica del cine (no es realmente mágica, no te introduce en el fotograma como en El Ultimo Gran Heroe). Una pena que tengo en Dublín, aparte de mi vida en general, es no haber vivido nunca por Smithfield, una zona que me gusta por muchas cosas, siendo the main one el hecho de que aquí esta el Light House Cinema, el que es seguramente mejor cine de la ciudad. Recordad si no el vasito para propinas que tienen en su cafetería:
-Pero Juan, ¿sabes que la calidad de un cine debe medirse con otros parámetros relacionados con las capacidad de las salas, el tipo de proyección, la disposición de las butac—
-VASITO DE LAS PROPINAS
Y ya que estamos con sitios, uno que echo de menos de cuando vivíamos en el centro es el 147, una cafetería donde hacían un café muy rico y donde se podía leer muy bien (yo es que hago cosas de super-viejo como irme a cafeterías a leer). También tenían unos super-bocadillos que eran bastante caros, sí, pero que estaban bastante por encima del clásico bocata de pollo rebozado y que llevaban un curro de la leche (en su cuenta de Instagram, que dejé de seguir cuando chapé el IG de La Pinta Roja, solían publicar vídeos de cómo los hacían). Si alguna vez estás por el “Chinatown” de Dublín, acércate a este sitio y pide un sándwich, un mini-donut y un café; te vas a quedar más feliz que un regaliz (cosa fácil puesto que el regaliz es inerte).
Con esto y un bizcocho (el de café del Marks & Spencer, por ejemplo) me despido de vosotros hasta el próximo post o hasta el próximo BDD, lo que primero llegue (y lo primero será lo segundo). ¡Feliz semana!
Me han cobrado más de 10 euros por ir en tren a los Graystones, que no es donde Christopher Lambert se crió con monos, sino un sitio donde cobran los billetes de tren prácticamente en lingotes de oro. A ver, matizo: la ida a Bray (para desde ahí iniciar el recorrido o «track» hacia los Greystones) me ha costado 3´80 euros, que ya me ha parecido un robo pero bueno, por variar un fin de semana y hacer una excursión y que me de un poco el fresco (si os habéis suscrito a mis tinyletters sabréis que mi estado de ánimo es… irregular), pues se paga. Pero es que la vuelta en tren, ya desde los Greystones (no tengo yo este cuerpo como para hacer el recorrido por las montañas DE VUELTA a Bray, no soy Heidi), me ha salido por… ¡¡6´80 euros!! Cuando he visto el precio en la máquina se me han salido los ojos de las órbitas laikas, pero no me ha quedado más remedio que poner el dinero y volverme a Dublín en trenecito. Uséase, más de 10 euros en ir y volver en tren de corto recorrido (DART) a un sitio que, francamente, NO ESTÁ TAN LEJOS. Pero supongo que ha merecido la pena porque he vuelto a comer (y gozar) en The Happy Pear (que no solo es «La Pera Feliz» sino un juego de palabras con «The Happy Pair», la pareja feliz, en inglés suena igual y entiendo que se refieren al par de gemelos dueños del negocio y promotores en toda Irlanda de una alimentación más sana y vegetariana). Pero en fin, que de mi nueva experiencia en el vegetariano más famoso del país ya hablaré en breve, ahora lo que viene son otros breves, los BREVES DESDE DUBLÍN EDICIÓN XII (¡¡creíais que no aguantaría ni tres semanas y aquí sigo!!):
Yo, tras descubrir lo que cuesta el tren desde Graystones
En Dublín sigue la iluminación navideña a tope. En teoría esta gente ya ha terminado sus fiestas, aquí no tienen Reyes (ni reales ni magos ni nada) pero lo cierto es que sigue ese ambientillo de días de fiesta aunque los días en los que no ir al trabajo tocaron a su fin. Se acabará pronto, así que he aquí unas fotitos de partes de la ciudad con las Christmas Lights.
Por supuesto, una vez retiren las bombillitas navideñas, los muñecos de nieve y los papanoeles, llegará de golpe San Valentín. Las fiestas son como transatlánticos que desembarcan en mitad de la ciudad y de las que no puedes escapar, cada una tiene dos meses de intensa promoción en calles y comercios. A saber: Navidad, San Valentín, St Pactrick’s Day, Summer Holidays, Halloween. Y alguna me dejo. Si necesitan rellenar algún hueco, El día del amor no desentonaría.
Esta semana trabajo de noche (empiezo el martes) y esto no casa bien con un temita de cine del viernes (en general no casa bien con una vida sana, pero ahora quiero centrarme en el temita de cine del viernes). Y es que en los Light House Cinema ponen el pseudo-biopic del Gordo y el Flaco… acompañado de un Q+A con los actores y el director (Steve Coogan, John C. Reilly y John S. Baird, a mí solo me interesa el segundo pero bueno, no voy a rechazar el pack). La cosa empieza a las 18:30 de la tarde, que entre trailers (10-15), duración del film (128 minutazzos) y los típicos 5-10 min. que tarden en sentarse en la mesa, pues tenemos que el Q+A (que es lo que de verdad me interesa, más que el film) empezará a eso de las ¿21:00?. Entro a trabajar a las 23:00 con lo que podría darme tiempo, siempre y cuando abandonara el lugar en TASIS… que me paga la empresa por entrar tan tarda. Yo creo que podemos conseguirlo. Ya os contaré.
Vosotros: – Uy, sí, Juan, ¡cuéntanos, estamos vibrando con esta historia! Yo: – Ojalá un piano os caiga en la cabeza, a modo de gag de las pelis del Gordo y el Flaco, o que os persigan unos polis alrededor de un poste durante unos tres minutos, en bucle, que os pase algo en blanco y negro. Este es mi deseo.
Oye, la verdad es que los condenados se parecen.
Y ya que estamos con cine, ¿os acordáis de la peli en la que Christopher Lambert se crió con monos? Esto existe, no me lo estoy inventando.
Dice el Irish Times que los precios de los hoteles en Dublín se están yendo de varetas a pesar de que cada vez hay más oferta. Mirad, no sé, yo vivo aquí y no me hospedo en un hotel en Dublín desde hace unos 15 años. Solo digo que con las burradas que pagan algunos por venir aquí en St. Patrick es casi de locos no plantearse lo del AirBnB aunque sea para esos días…
Ultimo BDD de 2018 y para celebrarlo lo escribo desde mi trabajo en otra jornada en la que me dan ganas de saltar desde un séptimo piso… como os las van a dar a vosotros cuando descubráis que todo esto esta escrito en un teclado extranjero, sin comas, sin cosas. Venga, vamos a esos breves:
Nos preparamos para la Nochevieja a lo español: el otro día compré en el mercadillo de Moore Street, donde hay puestos de señoras gritando «¡¡10 BANANAS 2 EURO!!», unas uvitas un poco sospechosas por «2 euro». Hay que lavarlas y ponerlas en unos cuenquitos para comerlas con Ramón García y su capa Ana Obregón La Igartiburu y el de OT. Mirad, no sabemos si las comeremos al ritmo de la tele, la radio o a nuestro propio albedrío, pero las comeremos.
Y digo lo de «2 euro» porque ya fui corregido en los comentarios del blog diciendo que en inglés el plural del dinero va en singular. Un coche te puede costar «15.000 euro», asumido. ¿Es solo para el dinero? Es decir, si vas a una que te echa las cartas y te dice que vas a morir en tres años, ¿te da tres años de vida o «3 YEAR»?
Siguiendo las webs oficiales (gobiernos, turismos y promociones varias), uno diria que Irlanda es Disneylandia, por eso de que vienen tropecientosmil turistas y mas que van a venir con las nuevas megacampanas de publicidad que estan haciendo. Y, si bien no puedo poner la mano en el fuego por todo el país, si que la puedo poner por Dublin o al menos la Dublin que conozco, y os dire eso: No es Disneylandia. Para empezar, la gente es mas fea (these are the facts) y las calles estan mas sucias (en Disneylandia es mas fácil limpiarlas porque son calles falsas, es un decorado, una gran mentira, pero en Dublin deberían aplicarse mas porque no es que la gente venga un fin de semana a pasear por las calles e irse, no, es que aquí la gente usa las calles todos los días). Pero bueno, como una vez que sales del centro ya no existe este problema, pues nada, turismo a tope.
Cuando digo esto de “las calles sucias” sueno a un hombre ya muy mayor pero esto es una cosa que noto al instante cada vez que salgo de Dublin: vaya donde vaya, encuentro un panorama mas despejado, mas habitable, mas pulcro. Quiza sin gaviotas que abran las basuras de las personas y las desparramen por el asfalto. Quiza.
Temita intimo y personal: Sub-City Comics mola bastante. La había descartado en su momento, seducido por el generoso despliegue de Forbidden Planet (donde no me compro un solo comic de los muchos que compro al mes) y mi “pull list” en Big Bang Comics (“pull list” es mi lista de series que sigo y de las que ellos me van apartando cada semana el nuevo numero de la serie que va saliendo) pero tiene su cosilla. Hay dos locales: uno al lado del horrible restaurante de pollo Nando’s (solo hemos comido una vez en nuestra vida aquí y el pollo nos parecio regulero y carísimo) y otro cerca del Olympia Theatre. ESTE es el que mola, el que lleva mas anos en la ciudad y el que esta regentado por un señor ya talludito y que tiene un aspecto… como te diría yo… que no le pedirías que te cuidada al hijo una tarde. Pero oye, mis pintas también son pa’verlas, asi que respect.
Y ya que hablo de Big Bang Comics, se trata sin duda de LA MEJOR TIENDA DE COMICS DE DUBLIN. Esta un pelin lejos, en la entrada del centro comercial de Dumdrum, pero merece mucho la pena el “peregrinaje” hasta alli. Los dependientes son muy majetes, la tienda es alucinante y tienen cosas que me encanta (lo de la pull list, un email semanal con todas las novedades, una tarjeta de fidelidad –con los puntos que acumulas puedes pillarte comics con portadas especiales-, etc.). Al tener la tienda lejos, especialmente desde que nos mudamos a cinco minutos de mi trabajo (Park West, zona industrial con oficinas y NADA MAS), voy acumulando cositas y me suelo acercar cada mes y medio a retirar mi mercancía.
Y esto hoy es asi de breve porque hay muchas cosillas que hacer por aqui, asi que feliz salida y entrada de year, all the best!
Si es domingo (y lo es), y esto es La Pinta Roja (¡y lo es! ¡dos de dos!), estos son los BDD (¡Breves desde Dublín, but of course!). Así que, como diría Tom Cruise en el doblaje español de Misión Imposible II (la única que queda fea en la estantería) justo antes de saltar desde un helicóptero hacia el interior de un rascacielos: «¡Vamos allá!» (es quizá la mejor frase de toda la película, mucho mejor que la de Anthony Hopkins y lo de quemar a los santos en las fallas…):
Vale, esto es importante: LO DEL PREDATOR DE DUBLÍN. En Cow’s Lane, callecita llena de tiendas vintage, de decoración, un Queen of Tarts (sitio de tartas TOP de la ciudad) y alguna más, hay una tienda de grafiteros o de peluqueros modernos o una grafitería-peluquería… mirad, ES COMPLICADO. En este sitio tienen desde el principio de los tiempos una figura de Depredador, ya sabéis, el bicharraco ese que cuando abre la boca, cuidao. Pues bien, para la Navidad lo han tuneado (lo han teñido de rosa y le han plantado unos cuernos de reno) y ha quedado de esta guisa:
Y cerca de esta tienda hay una ferretería (que aquí se llaman «locksmith», I think) en la que ídem de ídem: ¡¡tienen un Predator en el mostrador desde el principio de los tiempos!! ¿Qué extraño LINK une a este ser con Dublín y sus tiendas? Bueno, en esta ferretería de la que os hablo también hay figuras de otros personajes. El otro día vi a un niño asomándose a la puerta de la tienda, sin duda atraído por estas figuras de conocidas películas, para descartarla a los pocos segundos tras descubrir que… bueno, es una ferretería.
Y ya que estamos con las fotos, os recuerdo que en este blog hay una recopilación mensual de fotos de la ciudad que podéis GOZAR pinchando aquí. Imprimid las que más os gusten, colgadlas en vuestro salón, compraos una Guinness y hala, ya es como vivir en Dublín (tapad el sol de fuera con cartones o algo).
Beerista. ¿Conocíais la palabra? Yo tampoco. Es la fusión de Beer y Barista y en este artículo del Irish Times te explican cómo convertirte en uno sirviendo la mejor cerveza para tus cenas navideñas (cualquiera de las 713). Si no quieres leerte el artículo entero, aquí el principal consejo: ante la duda, cerveza belga tipo Chimay. You are welcome.
Por fin me pedí ayer una pizza de las especiales del día en Sano Pizza (al que voy con actividad febril desde que lo caté por primera vez) y quedé gratamente sorprendido… bueno, no me sorprendió que la pizza estuviera buena así que diré que quedé satisfecho. La pizza, al ser una Special fuera de la carta, es un pelín más cara (11,50 euros en lugar de los 8-9,50 que cuestan el resto), pero merece la pena porque las ocho fijas que tienen en carta se me empiezan a quedar cortas, ya he probado cuatro y hay dos que son variedades de las que ya he probado. En fin, que mi pizza super-especial para una persona super-especial (that’s me!) llevaba stracciatella (que yo creía que me iban a poner helado con virutas de chocolate duro en la pizza pero no, es un queso cremosito), una panceta rica como ella sola, una cremita de sweet potatoe, pimienta negra y alguna cosa más que no recuerdo. Estaba muy bien, recomendada.
Por cierto, que cada vez que voy a Sano Pizza veo los cartelones del Hard Rock Hotel coming soon y no hago más que pensar en lo perfectamente colocada que está esta pizzería, debe ser uno de los mejores emplazamientos de la ciudad, en Temple Bar, cerca de uno de los puentes, al lado de un hotel en el que se están dejando los cuartos… ¡Ay, quién tuviera un negocio con buena location y siempre lleno!
Los de la web Joe, de asuntos Irish y dublineses, hicieron una encuestapreguntando a los irlandeses por su peli navideña favorita y la ganadora fue… Solo en casa. ¿En el segundo lugar? ¡Solo en casa 2! No os voy a mentir, ambas se encuentras en mi particular ranking de pelis navideñas favoritas. Y hay alguna que se ha colado en el ranking y por la que no daba ni un duro. Pero bueno, de eso os hablo largo y tendido en mi Tiny Letter de mañana. Si aún no te has suscrito porque tienes cosas mejores que hacer con tu vida, RESPECT. Si aún no te has suscrito porque no tenías ni idea de que mando una notita íntima y personal cada semana a tu email… ¡hazlo pinchando aquí debajo!
Nuestros últimos movimientos cinéfilos nos han llevado a no ir a ver el reestreno por su treinta aniversario de la Jungla de Cristal pese a haber sacado las entradas (al final se nos iba a hacer un poco tarde), a intentar ver Roma en cine (no lo hemos conseguido y como Loida ya la vio en Netflix pues al final creo que voy a optar por la forma que todo el mundo desaconseja y verla en casita, no sé), a obtener una jugosa crítica de Loida tras ver Aquaman («bueno, pues un pequeño bodrio, ¿no?», jajajaja, pocas veces cruje así a una película tras el visionado… yo lo dejaría en un casi suficiente, un 4´5, tiene momentos divertidos -Nicole repartiendo estopa al principio es sensacional, la secuencia de acción en Italia con persecución incluida es gustosa, el ataque al barco de las criaturas de la noche es powerful-… pero la peli es un despilporrio), a disfrutar mucho de Spider-Man: Into the Spiderverse (a Loida le gustó aún más que a mí, que la disfruté más la segunda vez, cuando no tenía pateos en mi asiento) y a no disfrutar tanto como quería la de Sorry To Bother You (unas ideas potentes, un inicio sensacional y un desarrollo decepcionante).
Y como ahora ir al centro para nosotros es casi como ir de turismo (¡lo que antes le recriminaba a los que viven lejos! ¡soy lo que más odio!), ayer echamos un ratito por Temple Bar comprando aceitunas (… this is us), disfrutando del sol que hacía (en serio) y alguna cosa más. Fotitos debajo.
¡Hasta el domingo que viene, llevad los pantalones de chándal para la cena de mañana y feliz navidad a todos!
Nuevo domingo, nueva entrega de breves con todo lo que se cuece en nuestro microuniverso dublinés… oye, que si yo fuera portero de seguridad del Odeon pues a lo mejor tenía muchas más cosas que contar de Dublín, pero como mi trabajo es un 275% menos entretenido y yo soy un señor que lo que más disfruta es QUEDARSE EN CASA pues claro, las cosas que uno cuenta son menos aventureras… Pero contémoslas, no obstante, que aquí hemos venido a dejar constancia de ellas:
Escribo esto mientras un SILBIDO DIABÓLICO suena de fondo desde hace como una hora, más o menos. Es el sonido del viento azotando la ciudad y colándose por las rendijillas de puertas, ventanas y terrazas… ¡atrás, viento de Dublín, no pasarás! ¡O pasarás solo lo justo como para tener que dar el radiadorcillo pequeño del salón!
Malas tiempos para la lírica y para los negocios. En mi último viaje a Londres descubrí con tristeza cómo habían chapado un sitio de hummus que estaba muy bien en el SoHo (he añadido lo de «en el SoHo» para dármelas de guay… pero es cierto que estaba en el SoHo) y hace poco descubría en Tuírah que Jo ‘Burger, un sitio de hamburguesas muy popular por aquí, acababa de anunciar su adiós. Dejo aquí foto con su anuncio (y os recuerdo el enlace donde hablé de las burgers de Jo’). Una pena el cierre de negocios, parece que últimamente todo lo que no sean megacorporaciones acaba chapando…
Aprovecharé que estáis con vuestros ojos fijos en la pantalla para recordaros que cada lunes mando una notita íntima y personal a mis suscriptores, que son todos ellos sabios, educados y atractivos. Si tú también quieres serlo, o si quieres serlo aún más de lo que ya eres (veo que modesto o modesta no eres), ¡suscríbete aquí debajo!
Y la verdad es que hoy tengo que recoger el tenderete antes de lo que me gustaría pero así es la molesta vida real con sus obligaciones, ¡no se para a escuchar las necesidades de los blogueros! Pues eso, el domingo que viene, más y mejor en una nueva entrega de BDD.
Un domingo cualquiera es una turbo-filmina estupenda con Al Pacino, Cameron Diaz y Jamie Foxx en la que un equipo de futbol americano blablablá, mirad, quería traer a colación la expresión “un domingo cualquiera” porque si hoy es un domingo cualquiera (y lo es), estos son los breves desde Dublin!
Antes de nada, sabed que esto lo estoy escribiendo de noche en mi trabajo, cuando mi cuerpo esta incubando un virus de lo mas sospechoso… lo importante, sin embargo, no es lo que mi cuerpo es capaz de incubar (se pueden incubar incubos?), sino lo que este teclado es capaz de escribir… y ya os digo yo que tildes y otras piruetas gramaticales españolas no sabe, asi que daos con un canto en los dientes cada vez que una palabra este bien escrita. No os deis literalmente con un canto en los dientes, es dolorosísimo.
Hace poco tuvimos un des-encuentro con nuestro nuevo casero. O encuentro frustrado o no se como llamarlo. Digamos que nuestro casero, un señor que tiene la foto de su perro en WhatsApp (these are the facts), es un hombre PARCO EN PALABRAS. Le digo el viernes que el agua de las duchas (tenemos dos banos, SOMOS MILLONARIOS) sale exageradamente caliente desde hace 2-3 dias, que esto no es un thriller sexual con Sylvester Stallone y Sharon Stane, y que queremos el agua a temperaturas humanas y soportables. No contesta. De hecho, se escucharon hasta los grillos. El sábado por la mañana tanto Loida como yo salimos de la ducha como si aquello fuera un crematorio y decido llamarle. No lo coge. De hecho, hasta paso por delante de nosotros el matorral ese con forma de bola de las películas del Oeste. El domingo mas música de viento… con lo que empiezo a jugar un poco con un calentador del agua que no tenemos ni pajolera idea de programar y/o regular PORQUE NADIE SE HA TOMADO DOS MISERABLES MINUTOS PARA EXPLICARNOSLO. Pero jugar a boleo, en plan mover una ruedecilla para un lado, pulsar un botón en el sentido contrario y que sea lo que Dios quiera. Bueno, pues funciona y el lunes ya podemos regular la ducha y aceptar el agua, que ya no sale con la intención de asesinarnos, sino la de resbalar juguetonamente por nuestra piel… hmmm… qué puede pasar aquí entre el agua y nosotros… En fin, que de repente surge de la nada el casero y el icono del perro empieza a “typing…” en WhatsApp y me dice el casero que nos va a mandar a “one of my guys” (es constructor y parece que tiene varios mangutas a su cargo) para revisarlo. Le dijo, recién duchadito (hmmmm), que no hace falta, que ya esta todo arreglado tras mis toqueteos en el calentador que no sabia si podía tocar pero que toque porque aquí no nos ayudaba ni Perico el de los Palotes. El casero lee el mensaje y DEJA DE ESCRIBIR EN SECO. De hecho, es posible que se le apareciera Superman en su casa y le lanzada un super-soplido de esos que te deja congelado en el acto. No me puso ni un miserable “ok”, ni me mando un emoticono con el pulgar p’arriba, es que dejo de comunicarse en seco en seco. Alguna vez habéis presenciado como alguien DEJA DE COMUNICARSE EN SECO? Es inquietante, es mas propia de una vaina extraterrestre.
En fin, que ya no sabemos a que atenernos con nuestro casero “The Communicator”. Cuando tenemos un tema urgente, contesta a los tres días. Cuando le decimos que todo ok, se descomunica a la velocidad del rayo. Entiendo que sera un hombre ocupado pero una cosa es eso y otra cosa es pasar olímpicamente de sus inquilinos. Por que no nos toca nunca un casero… normal? Me da un poco de yuyu que le hayamos hecho un “que viene el lobo” (ante sus ojos) con el tema de las duchas calenturientas, a ver si cuando se nos rompan los fuegos de la cocina se lo decimos y se va a creer que es “otra de nuestras mentiras”, pidiendo que mande a profesionales a casa a arreglar cosas que no estan rotas…
La semana pasada, el viernes pasado para ser mas exactos, pusieron en la tele el dichoso “Toy Show”, que ya he leído a algún Irish decir en Twitter (por ejemplo, a uno de los dependientes de mi tienda de comics) que es “la Super Bowl irlandesa”. Ya conté en este post de qué va la cosa, pero si quieres ahorrarte un post es básicamente un Telepasion Espanola mezclado con una Gala Inocente Inocente pero todo para niños. Obviamente, no le dedicamos ni un minuto de nuestro tiempo, pero ahí queda dicho, soy consciente de que existe esto y confiesa que me da un poco de ternura el hecho de que las familias se arremolinen ante la tele para ver esto. Yo mas que la “Super Bowl irlandesa” diría que es su Thanksgiving.
Quereis saber quien es el artista irlandes mas escuchado en el Spotify de Irlanda en 2018? Ya, yo tampoco, pero ya que estais aquí… se trata de Picture This y su canción Take My Hand ha sido escuchada mas de 10 millones de veces, debajo el video, no esta mal:
Irlanda ha importado 72.000 toneladas de patatas en 2018. No flipais con este dato? Yo si, y los del Irish Times también. En este articulo se indica también que la cantidad anual de patatas que consume un irlandes ha pasado de 140 kilos en 1990 a 85 en 2018 (que sigue siendo dos veces y media mas que la media mundial). Ademas, este ano se han importado 21.000 toneladas de café, 280 millones de litros de bebidas azucaradas (pocas me parecen porque andan todo el dia con la botella de Lucozade en la boca, como si fuera una teta), 70 millones de litros de agua mineral y 83 millones de litros de vino… o sea, casi 200 millones de litros menos de vino que de Coca-Colas, this is more like it.
Debo confesar que juzgue equivocadamente a la tienda Sub-City Comics. Le eche apenas un par de vistazos y la descarte… hace poco volvi a ella y disfrute como un niño chico. Tiene muuuucho y buen material, y una forma sensacional de mostrar las novedades (no puedo explicar como es, solo dire que no es la mas común en las tiendas de comics –apilar las novedades en una estantería-). Pues eso, que si os molan los comics teneis dos sucursales (sucursales?? esto es solo para bancos o para cualquier cosa?) en Dublin, una en Henry Street al lado del Nandos y otra a pocos metros del Olympia Theatre donde vimos a aquel crack de Tom Odell destrozar un piano. Esta segunda es la buena, la de pura cepa, la que no tiene Funkos, vamos. Aun asi, mi tienda favorita de comics es Big Bang Comics, que la teneis en los alrededores del centro comerial de Dundrum. Una pasada de tienda.
… Si, vale, Forbidden Planet esta bien, pero esta comparada con la de Londres es una nadería, y no es tan personal/cuidada como estas otras dos tiendas que he mencionado. Eso si, tienen prácticamente de todo. Pero ya os digo que adoro los comics, sigo series semanales de comics, y no me atrae Forbidden Planet lo mas minimo.
En la sede central de las Naciones Unidas en Nueva York se leyo el poema de Eavan Boland “Our Future Will Become the Past of Other Women” para celebrar los 100 anos del voto femenino en irlanda. Aquí teneis un articulo “ligero” sobre el tema.
El Irish Times recuerda la figura de James Braddock, el boxeador hijo de emigrantes irlandeses al que Ron Howard popularizo con su película “Cinderella Man” (con el padre de Superman y Dorothy Boyd, tengo que recuperar esta película). Creo que esta haciendo una serie de artículos sobre emigrantes Irish.
En noticias chungas, sabed que un profe irlandes que daba clases de ingles en Paris ha sido asesinado a punaladas por un antiguo alumno, madre del amor hermoso. Tras esto, el miércoles del trágico suceso, se cancelaron las clases y se creo un grupo de especialistas para lidiar con los alumnos y su mas que posible trauma por lo sucedido. Son tiempos locos.
Y con esto y un bizcocho, aquí lo dejamos hasta el BDD del próximo domingo, no sin antes deciros que para cuando estas líneas se publiquen estaremos pasando unos días con el tio de Loida que viene a hacernos una visitilla y que os podeis apuntar a unas notitas intimas, personales y con un puntito de sensualidad que estoy enviado cada semana a todo el que se suscribe aquí.
Una semana más, unos brevecitos más. Lo bueno de haberme autoimpuesto un post semanal recopilando apuntes (apuntes mentales, no es que lleve una libreta en el LUAS y me ponga a escribir… aunque ahora que lo pienso…) es que no me dejo nada en el tintero (es un tintero inexistente, no solo porque es una metáfora sino porque literalmente los tinteros están extintos, extintos de verano, han dejado de producirse en masa, ya nadie escribe con pluma, salvo el Joker en la Batman de Tim Burton, que luego mata a un tipo clavándole la pluma en el cuello por una de las aortas esas o las carótidas esas o… oye, mirad, que ni siquiera cierro el paréntesis, vamos a los “breves”:
Últimamente me estoy llevando bastantes berrinches con el transporte público dublinés. Lo de los autobuses ya era conocido por mí y por medio Occidente (Dublin Bus es una compañía de la que te puedes fiar tanto como de Julio Sabala, un tipo que no sabías por donde te iba a salir), pero lo de los trenes de corto recorrido no me lo esperaba. Solían ser fiables… hasta que dejaron de serlo y ya se han instalado cómodamente en la versión “como los de los autobuses hacen un trabajo lamentable, nosotros con hacer un trabajo solo ligeramente superior ya hemos cumplido”… pues oiga, no, esfuércense un poquito. Dejo aquí unos tweets iracundos de cuando quería meterles un autobús/trenecito de juguete por sus respectivos ortos.
Bus 79a from Aston Quay towards Parkwest keeps vanishing day after day. What a poor service @dublinbusnews#Dublin.
Hey @IrishRail, 9:08 train from Cherry Orchad to Heuston is a no show. I already lost my bus to Waterford at 9:35 in Heuston Station. Is anybody gonna say something? Is the train coming at all? Hello… anybody there?
Tras mi gozoso último viaje a Londres (la ciudad en la que viviré una vez haya empeñado mi bazo y al menos uno de mis dos ojos –con lo que ya no podré hacer el juego de cerrar el párpado derecho y luego el izquierdo mientras me miro el pulgar para ver cómo cambia la perspectiva y “el pulgar se mueve”-) y mis repetidas visitas a su GLORIOSA filmoteca (instalaciones bravísimas, charlas, coloquios y programaciones estimulantes), me recordé a mí mismo que “¡Eh! ¡Dublín también tiene una filmoteca!”… y es bastante chula, las cosas como son. El IFI o Irish Film Institute está en pleno Temple Bar y tiene una tiendita bien rica (aún tengo que preguntarles si los viejos números de Sight & Sound están rebajados o mantienen el precio original) y una programación que promete. Como tenemos la tarjeta del Cineworld, limitamos nuestro consumo cinéfilo todo lo que podemos a este cine (con alguna excursión determinada a los Light House) pero el IFI bien merece explorarlo. Pues bien, me pongo a explorar, descubro una peli interesante y que además luego tenía un Q+A (de mis cosas favoritísimas del mundo) y cuando voy a pillar la entrada… ZAS, sold out, todo vendido, no quedaba sitio ni para las ratas. Así me lo pones muy difícil, filmoteca. (La peli se llama Three Identical Strangers –la trama es intrigante- y tengo toda la intención de verla… aunque sea sin las preguntas y respuestas al director, mi gozo en un POZZO, la doble zeta no viene a nada, I just felt like it)
Puesto que ya es Navidad en Dublín (desde hace un mes, para ser exactos), han llegado a los estantes de los supermercados uno de mis postres favoritos: las mince pies. Suerte de tartaletas rellenas de manzana, pasas, especias y alguna otra historia. Se pueden tomar calentitas con nata por encima o del tiempo y a palo seco. A mi me gustan mucho y con un vasito de leche fresca uno tiene ganas de gritar “¡viva la vida!”, pero claro, si gritas a solas en tu salón esto después de comerte una, eres un absoluto loco, un hombre que crea desasosiego.
Dulce desasosiego.
Y como es Navidad, aparte de las mince pies ya llegaron las lucecitas de Navidad, que han dejado la ciudad bastante potita, debajo un par de fotos de Cows Lane, una calle que está fracamente bien porque ponen puestecillos, tiene tienditas de diseño y decoración chulas:
También es la calle donde está el Queen of Tarts y haciendo esquinita está The Gutter Bookshop (donde me he comprado el MARAVILLOSO libro de debajo)… en fin, calle bastante recomendable, ¡ay, quién viviera por aquí! (Cerca está The Bakery, el Zaytoon, un sitio llamado Aperitivo donde el café está muy rico y es “barato”)… Tengo que hacer una guía de “zonas” o rutas. Coming soon.
Pendiente queda hablaros (espero que la semana que viene) de nuestro viaje a Waterford, la ciudad más antigua de Irlanda, como ya os decía en el último BDD. Mientras eso llega, una fotito de una de estas tazas “portables” para el café hechas con bambú o nosequé material reciclado; la vimos en la «zona de tazas» (eeeeem, sí) de una librería bastante impresionante de la ciudad. Me diréis que no es simpática:
Viendo los posts más leídos del blog, me parece muy bien que el más leído sea el de 10 diferencias entre los irlandeses y los españoles, pero que esté tan arriba el de 10 cosas rarísimas de Dublín me da un poco de cosilla porque puede parecer que siempre ando quejándome y refunfuñando sobre una ciudad que me ha ofrecido y sigue ofreciendo MUCHAS COSAS BUENAS, solo que me centro en las quejas. Para que no todo sean desplantes, quiero recuperar aquí un post doble que escribí hace tiempo precisamente con esta intención, la de dejar por escrito que la ciudad tiene cosas muy disfrutables y que yo también las reconozco, las disfruto y os invito a descubrirlas conmigo:
Dando una pasadita por el Irish Times se pueden encontrar noticias de todo pelaje, pero la que me más me ha llamado la atención esta semana tiene que ver con el alquiler, que está empezando a alcanzar cuotas surrealistas. Si hace poco os hablaba de agencias que COBRAN POR ENSEÑARTE EL PISO, ahora tenemos unos nuevos apartamentos en Ballsbridge que salen por 3.850 euros al mes… ¡¡el apartamento más barato del lote!! Me da un siroco. (En otro orden de cosas, los Gardai –los policías- son los “public servants” mejor pagados con 1.300 euros a la semana para el bolsillito… sí, eso son más de 5.000 euros a la buchaca cada mes… y no os diría yo que Dublín es la ciudad más segura de Europa, ni de Irlanda).
¡¡Hugh Jackman viene a Irlanda en 2019!! Pero no de paisano a tomarse unas pintas, cosa que podría hacer estupendamente, sino como parte de su tour en el que bailará, cantará e intuyo que hará el pino puente (veremos si no boxea contra robots metálicos -I cross my fingers-). En fin, que esto a Loidita le tiene que encantar (y a mí también, para qué os voy a engañar), así que voy a buscar entradas…
Antes del viaje a Waterford, en el que nos falló el tren de Irish Rail y tuvimos que hacer tiempo en Heuston Station, nos compramos unos donuts para desayunar de Off Beat, están muy ricos… pero me da miedo ver cada vez más tiendas de Boston Donuts chapadas en la ciudad (ya hay dos GONE FOR GOOD) y cada vez más tiendas abiertas de Off Beat. Donut wars in Dublin??? Debajo foto de los tres que nos metimos entre pecho y espalda (el de café, el del icing con virutas, es el más rico con diferencia).
Por cierto, que aún tengo pendiente ir a la tienda de Krispy Kreme, abierta no hace mucho en Dublín… y cuyos productos redondeados aparecían bien brillantes y apetitosos en la película de los Power Rangers del año pasado, que os recomiendo fervientemente. En serio. It’s good fun.
(Breve dentro de los breves – Me compré hace un mes unas nuevas zapatillas para correr, mis Asics nosequé estaban fundidas y medio rotas por delante, ahora tengo las Nike Black nosequé, las más baratas que vendían en la tienda de «runner shoes», van bien pero no tan bien como las antiguas… sigo corriendo por el lateral de la cárcel, sin incidentes de momento, más allá de mi propio cansancio por la edad y los kilos)
Y rematamos con esta señora de debajo… que no es de Dublín, precisamente. In fact, esta es una entrañable señora china residente en Londres. Ahí estaba ella, dale que dale, toma que toma, haciendo unas bolitas mágicas para un dim sum o para cualquier genialidad china de esas que te la comes y te entra un power buenísimo. Le hice una foto cerca del China Bakery, uno de mis sitios londinenses de referencia, donde entras y te llenas una bandeja con los bollos que más te apetecen y luego te lo cobran rápido y hasta luego lucas, te lo tienes que comer fuera. Busco en Dublín algo parecido, donde tengan bolas gomosas llenas de peanut butter o bolas de sésamo rellenas de masa de judía… ¿Alguien puede ayudarme?
Gracias por tanto
Wait! Antes de iros y retomar vuestras vidas (este post ha sido más largo que Lo que el viento se llevó, soy consciente de esto y os pido perdón), quería recordaros que estoy mandando una notita íntima y personal cada semana a todo aquel que se suscribe. Solo tienes que pinchar aquí y la felicidad llamará a tu puerta (… no literalmente, la felicidad como concepto no se materializará en ser humano, y en caso de que lo hiciera sería Amy Adams y ella no tiene tu dirección).
¡La semana que viene más y mejor en una nueva entrega de BDD!
Una semana más unas notitas breves sobre esta ciudad cuyas calles huelen a mantequilla, cerveza derramada y dulce hedor de frambuesa del último cigarrillo electrónico que lo esté petando entre la chavalada…
Cuando esto se publique estaremos en Waterford, ciudad en la que no tenemos ni idea qué hay, pero que hemos decidido visitar este finde por hacer algo. Foto de Waterford.
Hace poco volvimos al Dollard, un sitio del que ya hemos hablado por aquí , pero luce tan bien (el sitio y la comida) que tuve que sacarle unas cuantas fotos en plan «CATACRACK». La tarta es de Guinness y está que flipas.
En los Cineworld me estoy perdiendo los reestrenos de peliculones como Escape From New York y Solo en casa (sí, sí, Home Alone, peliculón) porque últimamente siempre trabajo de tarde. Son reestrenos que me saldrían gratis (o sea, que están incluidos en mi tarifa plana), pero por horario me es imposible ir a verlos. Quizá vaya a los Light House a ver la de Macauley porque soy fan a muerte de las dos primeras.
¡Ya es Navidad en Dublín y en todo Occidente desde el minuto después de acabar Halloween! Os dejo unas fotos de las luces del Arnotts (suerte de Corte Inglés local) y un árbol que se han sacado de la manga, no lo recuerdo del año pasado aunque todo puede ser… uno se hace mayor…
Por cierto, que nuestra ex-vecina, la que motivó en buena medida que nos fuéramos del piso en el que vivíamos (el de los niños desarrapados, el que tuvimos únicamente durante un mes, antes de mudarnos al que ocupamos -legalmente- ahora en Park West), podría o no trabajar cerca o bien de esos almacenes o bien de donde han colocado el arbolito… eh, nos lo dijo ella el primer día… Aprovecho para dejaros el enlace al último podcast de La Pinta Roja, donde estaba EUPHORIC al haber encontrado un nuevo piso en la zona de Cabra… tiene gracia oírlo ahora que ya no sigo allí y que duró tan poco…
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