5 sitios de Dublín que he echado de menos durante el confinamiento

¿Ha sido duro no ir a estos cinco sitios durante el encierro en casa? Pues no, la verdad; ha sido facilísimo, no solo era responsable no ir sino que también era inevitable (estaban cerrados). Pero, como los he visitado a menudo desde que llegamos en 2014, supongo que en breve volveré a cruzar sus puertas, ahora que los negocios están reabriendo. Son estos, de mayor a menos «echada de menos» (tenéis una lista alternativa sobre mis lugares favoritos de Dublín pinchando aquí):

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SANO PIZZA: Las pizzas más ricas que he probado en esta ciudad (por mucho que los finolis -SÍ, SÍ, FINOLIS- insistan en que «las del Manifesto son mucho mejores»). Mi favorita es «Sapori del Sud», que tiene esa rica y picantita salchichina siciliana y un fascinante «brócoli italiano» (que no es brócoli) y que está spectacular-spectacular (sí, dos veces espectacular). Hemos descubierto unas pizzas de batalla, del día a día, muy cerca de nuestro nuevo piso, las de Star Pizza (a precios ridículos, 11 euros por los 10 del sano, pero mucho más grandes, estas don para dos personas), que están muy ricas y nos hicieron el apaño al llegar aquí cuando teníamos el piso inundado de cajas, cocina incluida. Pero no nos hemos olvidado de las del Sano, en breve volveremos a por ellas, quizá el mejor lunch de Dublín en relación calidad-precio (si pides agua del grifo -«tap water»- en lugar de cerveza y prescindes del postre).

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My precious…

FORBIDDEN PLANET: A ver, yo mis cómics me los compro en Big Bang Comics, que está al ladito del centro comercial de Dundrum y que es la mejor tienda de tebeos de la ciudad, hands down. Pero siempre mola echar una visitilla a este gigante de los tebeos y los muñequitos para ver si cae algún cómic rebajado a un euro, alguna revistilla o algo que se me pasara pedirles a los de Big Bang… cosa que suele ser habitual. Loida se suele aburrir bastante cuando venimos (a menos que se dedique a buscarme los mejores dealios, o sea, los cómics más rebajados de la tienda, cosa que suele bordar).

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Entras y se van los dineritos…

CHAPTERS: La mejor librería de Dublín, por ser la más mítica, por ser la que tiene más mística, por ser la que esconde más secretos, por ser la que tiene las novedades siempre un pelín más baratas que en el resto de tiendas de la ciudad… y por ser la librería en las que más horas se te van mirando y mirando y mirando…

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Así de pobrecita lucía estos meses

LIGHT HOUSE CINEMA: Creo haber tomado la siguiente decisión: a partir de ahora dejar de ir, no sé si del todo, a los Cineworld (donde ir al cine es una moneda al aire donde la moneda siempre cae del lado de los payasos habituales molestándote cuando tú solo quieres ver la película) y potenciar (no sé si al completo) la experiencia Light House, unos cines de rechupete donde el público parece ser más respetuoso. Además, hacen unos ciclos y proyecciones especiales que flipas. En cualquier caso, he echado de menos el cine. Aunque quizá no tanto como esperaba.

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Es que es muy bonito

EATOKYO: Han abierto uno nuevo en Talbot Street, la peor calle de todo Dublín (si conocéis una peor, por favor, decidme cuál es en los comentarios), y tengo muchas ganas de conocerlo. ¿Será la misma decoración que en el de Temple Bar? ¿Sabrá tan rico el arroz con cosas? En breve lo descubriré.

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Rico rico

 

 

 

Bloomsday: La celebración del ‘Ulises’ de James Joyce en Dublín

¿Y si llegara yo ahora aquí y me pusiera a hablar del Bloomsday? ¡Menudo embustero! No me he leído el Ulises de Joyce. ¿La razón? Soy un palurdo. Y un vago. Si lo leo alguna vez en mi vida, quizá algún año pueda celebrar con autoridad el día de Leopold Bloom, el protagonista del libro, quien se puso a andar por todo Dublín (muy provechoso le salió aquel día) un 16 de junio… pero de 1904.

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Como vivimos en una postpandemia, se aconseja no hacer el trayecto de Mr. Bloom; si acaso hacerlo virtualmente o apuntarse a alguna actividad online de ver cosas sin moverse del sofá… lo que ha llevado al Guardian inglés a llamarlo ‘Zoomsday’, en lugar de ‘Bloomsday’. (Otra cosa es Doomsday, que es la mole llena de pinchos que mató a Superman). Si le dais a este link, tenéis en PDF el mapa con el recorrido y una explicación de cada lugar (Note to self: guarda para el año que viene)

Las colas del Penneys tras la pandemia

Nos desayunábamos (¿nos? ¿a nosotros mismos? Siempre he odiado esta expresión que, sin embargo, parece ser correcta) esta mañana en Dublín, en el Dublín post-pandémico donde los comercios han reabierto o están reabriendo esta semana, con la noticia de que se había formado cola en uno de los Penneys del centro de la ciudad (el que veis en la foto que encabeza el post). O sea, el Primark. Pero no una cola cualquiera, no, una SEÑORA COLA. Tan larga como si vendieran allí las entradas para el concierto de Dua Lipa.

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Según la crónica del Irish Time (recomiendo ALTAMENTE ver el vídeo para comprobar cómo habla la gente de Dublín, ese inconfundible acento Irish), la gente se ha agolpado a las puertas del Penneys de Mary Street desde las… ¡¡4 de la mañana!! Pero, ¿tan necesario es un nuevo pijama como para acampar in the middle of the night a la entrada de una tienda? ¿Tanta falta te hacen unos nuevos calzoncillos, una cremita para los ojos o una camiseta de Riverdale? Que no dudo que hagan falta, cuando hay que renovar el armario, hay que renovar el armario, pero… ¿el primer día que abre la tienda? Vale, me estoy haciendo un poco el tonto, supongo que no es tanto la necesidad por comprar ropa sino la necesidad de recobrar (a martillazos) la vida de antes. Y echar una o dos horas en el Penneys mirando cosas pues es de lo más normal del mundo si vives en Dublín. El único problema real, más allá de mis gritos de viejo de «¡no hagáis cola por cosas que a mí no me interesan!», es que casi nadie llevaba mascarillas en la cola. En fin… suerte para todos.