Entrevistas de trabajo en Dublín (y lo que viene después)

He hablado mucho por aquí de los bocatas de pollo pero poco de cosas más sustanciales para la vida en Dublín como, por ejemplo, las entrevistas de trabajo (más allá de este podcast en el que me desfogaba a gusto). Las entrevistas de trabajo en esta ciudad son como la última peli de Shyamalan, múltiples. Me explico: son eternas gymhkanas en las que primero te entrevistan por teléfono (te “toman la lección” de tu curriculum… un curriculum que están leyendo con sus propios ojos en ese momento), luego te entrevistan en persona, luego te hacen la entrevista final, luego tienes que saltar por un aro a cuatro patas… y finalmente llega la gran tapada, la fase desconocida por todos pero altamente peligrosa: LAS REFERENCIAS LABORALES.

Si todo está fetén y has pasado las entrevistas y has convencido tanto a los entrevistadores que arden en deseos de contratarte (literalmente, entran en autocombustión solo de pensar en trabajar a tu lado), es la hora de DEMOSTRAR TU PASADO. Es la hora de demostrar que tocas realmente el piano. Lo pusiste en el curriculum, AHORA TIENES QUE DEMOSTRARLO. Las empresas aquí, al menos las multinacionales en las que he tenido el “gusto” de trabajar, tienen la molesta costumbre de chequear pasados, buscar los cadáveres en el armario y comprobar si tus cuatro años en la marina norteamericana fueron realmente en la marina norteamericana o a ver si eran en el Rodilla cortándole la corteza a los sándwiches de queso y nueces (¿siguen teniendo estos en el Rodilla?).

Estas referencias laborales que te pedirán son dobles: por un lado, llamarán por teléfono a los jefes de tus últimos trabajos. Aquí solicitan saber el cargo de la persona que das como referencia (manager, team leader, advisor, regional director…) cuando en España todos tienen el mismo nombre: MI JEFE. Y no todos están precisamente para ponerse a contestar un cuestionario en inglés por teléfono con un desconocido… Así que ya sabes, procura haberte ido de buenas de tus últimos trabajos si quieres pasar este corte. A veces también pueden pedir un “character reference” a un compañero de tu empresa actual o pasada, y eso no es otra cosa que llamar a esa persona y preguntarle cómo eres profesional y PERSONALMENTE.

La otra comprobación de este chequeo doble es por vía escrita: las empresas más exigentes (que es otra forma de decir PLASTAS) te piden tres cartas escritas y firmadas por estos tres jefes ya mencionados. Mi solución ante esto es “Pepito, te mando la carta ya escrita, solo tienes que firmarla, ponerle sellito de la empresa si tienes y mandármela de vuelta”… porque ya bastante favor te hacen los ex jefes con MENTIR COMO VELLACOS diciendo que eres un trabajador maravilloso como para que encima se pongan a redactar una cartita de las de “A quien pueda interesar”. Si buscáis en Google “Written recommendation” o “Reference Letter” os aparecerán cientos de ejemplos de cartas perfectas, fusiladlas sin temor. You are welcome.

Autor: JR DEL ROSAL

Superhombre.

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